20 de agosto de 2013

Me tiré al mar, me pareció interesante y profundo, decidí explorarlo. Al tiempo me dí cuenta que era muy distinto al ritmo de arriba, todo simplemente fluía sin mayor preocupación o esfuerzo. Nadie empujaba a nadie ni nadie intentaba anteponerse al otro, existía una cierta paz por así decirlo dentro de la profundidad de lo que parecía negro pero que luego se fue tornando celeste...

No me arrepiento de seguir quedándome acá, es todo tranquilo y sin preocupaciones.
Me cuesta aceptar que no pertenezco a este lugar.
Me da miedo volver de donde vengo y sentir que retrocedí en vez de avanzar.
Necesito cumplir mis metas aquí, ya que de donde vengo se me hizo y hará imposible, pero no tengo tiempo que perder necesito comenzar ya, debo empezar ahora.

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